Jordan Peterson y Camille
Paglia
Visión de la masculinidad de
un grupo de mujeres desde la perspectiva de Jordan Peterson el año 2017, en una
conversación con Camille Paglia, conocida entre otras cosas, por afirmar que el
famoso patriarcado que, según el feminismo, es responsable de todos los males
de este mundo, no existe.
J. Peterson afirma: “Tienen trastornos
graves de la personalidad” “La feminidad malvada socava el poder masculino”
“Mujeres que han tenido relaciones
patológicas con hombres, no pueden diferenciar entre la autoridad y el poder
tiránico”
Algunos presentan a Camille
Paglia (Nueva York, 1947) como la feminista a la que odian las feministas. El
año 2018 selló las frases:
“El feminismo ha
conseguido envenenar la atmósfera cultural con su aversión a lo masculino”
“Sin el hombre, la
mujer nunca hubiera salido de la cueva”
¿Quién es Jordan Peterson?
Psicólogo y profesor canadiense, que actualmente da clases en la Universidad de
Toronto. Aunque es considerado un crítico del marxismo, de todo lo
políticamente correcto, y de la izquierda radical, es sobre todo un estudioso
que intenta comprender y desentrañar los contenidos de las tendencias
políticas, sociales y culturales.
Por su parte, Camille Paglia, profesora estadounidense de la Universidad de Filadelfia. Es
escritora y estudiosa de la conducta de la sociedad.
Vamos a la conversación:
La feminidad malvada socava el poder masculino: Jordan Peterson
Camille Paglia:
¿Y qué es esto de crear el
departamento de estudios feministas de la nada? Con un chasquido de dedos se
creó. El Departamento de Literatura se desarrolló a lo largo de un siglo. Tiene
sólidos argumentos internos. ¿Y de repente se crea un departamento que tiene
una agenda política desde el principio?
¿Con gente sin ninguna
información en ese campo de estudio? ¿Cuáles deberían ser los parámetros?
¿Cuáles deberían ser los requerimientos? ¿Qué pasa con la biología, si van a
discutir sobre género? Ese debió ser el requerimiento número uno en el programa
de cada departamento de estudios feministas. Pero no. No se metieron con eso.
Los administradores querían
resolver un problema de relaciones públicas. Tenían facultades con muy pocas
mujeres a nivel nacional, cuando el movimiento feminista acababa de empezar.
Eran el centro de atención. Necesitaban rápidamente una facultad de mujeres y
colocar el tema femenino en la agenda y, entonces, pues, que se haga el
Departamento de Estudios Feministas.
Contratemos a unas mujeres,
normalmente del Departamento de Literatura. Pongámoslas por aquí y por allá.
Amontonémoslas ahí. Ustedes inventen esto. Ustedes dirán qué es. Y por eso es
que los estudios feministas se paralizaron en cierto punto, por su ideología, a
mediados de 1970.
Yo ya estaba protestando
contra ello. Yo ya era una precursora, debido a mi apoyo al feminismo. Antes de
que se creará la NOW (National Organización for Woman). Pero no podía tener una
conversación decente con esas mujeres. Con el tema de la biología eran un
desastre. No sabían nada sobre las hormonas. Creo que hasta me peleé por eso.
Había gente muy convencida de que la biología no tenía nada que ver con las
diferencias de género.
El deseo patológico de
destruir el patriarcado
Jordan peterson:
Me parece que eso también está
relacionado al énfasis posmodernista en el poder, porque hay algo horrible que
subyace ahí, y es algo que también se reflejó en la Unión Soviética,
especialmente en los años 20. Existe esta idea radical de que podías recrear a
un ser humano desde cero, ya que no poseían una naturaleza esencial.
Si tu hipótesis fundamental es
que no existe nada fuera del poder, y realmente crees en eso, entonces eso
también te da el derecho a ejercer tu poder para la creación de una humanidad
que tu visión utópica imagina. Y me parece que eso también justifica la
insistencia posmodernista en que todo es solamente una construcción
lingüística. Y, nuevamente, se relaciona con la noción de poder con la que
están tan obsesionados Derrida, Foucault y Lacan.
Entonces, me parece que están
tratando de tomar todo el poder posible para la creación de seres humanos para
sí mismos. Sin ningún tipo de condición restrictiva. No hay historia. No hay
biología. Y todo es una cultura fluida que puede controlarse a voluntad. Por
ejemplo, en Canadá hay argumentos terribles en cuanto al esencialismo
biológico. Algo que pasó, ante lo cual yo me opuse hace un año, es que la
visión socioconstructivista de la identidad humana ha penetrado la ley
canadiense.
Se insiste en que el sexo
biológico, la identidad de género, la expresión de género y la inclinación
sexual varían independientemente, sin relación causal alguna entre ellas. Eso
está en la ley. Y no sólo ahí, sino que se enseña en todos lados: en las
fuerzas armadas, en la policía, en la escuela primaria y secundaria.
Y detrás de todo esto, se
observa una horrible lucha por el poder arbitrario, que está relacionada con
esa loca idea de la utopía. Pero aún no entiendo exactamente. No entiendo cuál
es el odio que los motiva, el cual está surgiendo, por ejemplo, en la política
identitaria y en el deseo de dedicarse a demoler el patriarcado.
Esto me recuerda algo, y
quería hablarle sobre esto. Usted es admiradora de Erich Neumann y de Carl
Jung. La conexión con Neumann es interesante; creo que es un maldito genio. Me
encantó La Gran Madre. Es un gran libro y también una gran advertencia. Y
también Los Orígenes e Historia de la Conciencia. Uno de los libros más
influyentes, sí. Es tan interesante. Leí un ensayo suyo, no recuerdo el nombre.
Camille Paglia:
Fue una cátedra que di sobre
Neuman en la universidad de Nueva York.
Las ideologías sólo son
mitologías fragmentadas
Jordan Peterson:
Siempre me ha sorprendido que
ese libro no tuviera el impacto que debió. El mismo Jung, en el prefacio, dijo
que a él le gustaría haber escrito ese libro. Se asocia mucho con los símbolos
de transformación de Jung. Y fue una gran influencia en mi libro Maps of
Meaning, en el cual intenté describir los arquetipos universales que aparecen
en las estructuras religiosas que postuló Jung.
Aquello que yo observo, y
puede decirme qué piensa al respecto, en el libro de Neuman, es que la
conciencia, simbólicamente masculina por varias razones, se representa como
algo que se alza contra la fuerza de la tragedia que se contrapone, desde una
inconsciencia subyacente, simbólicamente femenina.
Es algo que siempre puede
replegarse de vuelta hacia esa inconsciencia. El microcosmos en ese sentido
sería la dinámica familiar freudiana de la madre comestible, en la que la madre
es tan sobreprotectora y omnipresente que interfiere con el desarrollo de la
competencia, no sólo de su hijo, sino también de su hija. De sus hijos en
general.
Me parece que esa es la
dinámica que se está llevando a cabo en nuestra sociedad actual. Está
relacionado, de una manera que no entiendo, con esa idea de que todas las formas
de autoridad masculina no son más que poder tiránico. La representación
simbólica es así: 1.- Padre tiránico. Sin aprecio por el padre benévolo. 2.-
Madre benévola. Sin aprecio por la madre tiránica.
Yo concibo a las ideologías
como mitologías fragmentadas. Así es cómo obtienen su poder arquetípico y
psicológico. En una representación balanceada, tienes a la madre severa y a la
madre buena. Neumann lo expuso muy bien. Y tienes al padre severo y al padre
bueno. Significa que la cultura te aplasta hasta casi matarte, pero también te
potencia y te desarrolla. Se observa un balance. Y luego tienes al individuo
heroico y antagonista.
Pero en el mundo de los
postmodernistas, y esto parece estarse infiltrando en la cultura en general,
únicamente tienes al padre tirano. Únicamente tienes la fuerza destructiva de
lo masculino y la conciencia. Y únicamente está la madre benévola. Es una
ideología terrible. Me parece que está chupando la vitalidad, lo cual tiene
sentido simbólicamente, de nuestra cultura. Esto se aprecia en la creciente
destrucción de los hombres jóvenes, y no sólo ellos, en términos de su
desempeño académico. Se están quedando bastante atrás en la escuela primaria,
bastante atrás en la secundaria, y están abandonando la universidad a un ritmo alarmante.
Camille Paglia:
Bueno, la educación pública ha
sido totalmente infiltrada por esta propaganda antimasculina. Para mí, las
escuelas de ahora son como una cárcel. Son especialmente destructivas para los
varones que tienen mucha energía física. Yo misma me identifico como
transgénero, pero no necesito que el mundo entero sea alterado para que encaje
con mi autoimagen particular.
Yo creo en el poder de las
hormonas. Creo que los hombres existen, y las mujeres existen, y son distintos
biológicamente. Creo que no hay una cura para el estado enfermo actual de
nuestra cultura. Excepto si los hombres empiezan a alzarse y exigir respeto
nuevamente en su carácter de hombres.
Todo lo que ven es al hombre
opresor
Jordan Peterson:
Ok, tengo una pregunta sobre
eso. Hace un año hicimos un estudio para averiguar si existía tal cosa como lo
políticamente correcto, desde el punto de vista psicométrico, para averiguar si
el conglomerado disperso de creencias podía agruparse estadísticamente.
Encontramos dos factores, sobre los que no profundizaré. Pero luego buscamos
aquello que prediga la alianza de alguien con el credo de lo políticamente
correcto.
Algunos hallazgos fueron
sorprendentes. Uno de los indicadores era ser mujer. Los atributos psicológicos
asociados a la feminidad, amabilidad y niveles altos de emoción negativa,
también fueron indicadores independientes. Pero también lo fueron ciertos
síntomas de trastornos de la personalidad.
Creo que es muy relevante,
porque parte de lo que sucede es que… Pienso que las mujeres que han tenido
relaciones gravemente patológicas con hombres, no pueden diferenciar entre la
autoridad masculina y seguridad, y poder masculino tiránico. No pueden
diferenciarlo, porque todo lo que ven es al hombre opresor. Puede que hayan tenido
experiencias en las que… Sus experiencias con hombres deben haber sido tan
toscas que esa diferenciación nunca se logró. Y debe lograrse.
Deben tener muchas
experiencias con hombres, y con buenos hombres, para lograrlo. Y también me
parece que estamos siendo poco a poco dominados por una visión de la
masculinidad que es propia de mujeres que tienen trastornos de la personalidad
grave, y que por lo tanto son incapaces de tener relaciones sanas con hombres.
Y ese es el problema.
Mujeres sensatas deben detener
a sus hermanas dementes
Mi esposa también lo ha
mencionado. Dice que los hombres van a tener que levantarse. Pero hay un
problema. Yo sé cómo oponerme a un hombre que se está metiendo conmigo de
manera injusta. Y lo sé porque los parámetros de mi resistencia están bien
definidos. Y son estos… Hablamos. Discutimos. Nos empujamos. Y luego se vuelve
violento. ¿De acuerdo? Si sobrepasamos el límite de la discusión civilizada,
sabemos cuál es el siguiente paso.
Eso está prohibido en la
discusión con mujeres. Entonces, no creo que los hombres puedan controlar a las
mujeres desquiciadas. En verdad no lo creo, creo que tendrán que rendirse
porque… No por incredulidad. Es que no hay un paso adelante que puedas tomar
bajo esas circunstancias.
Si tratas con un hombre
agresivo o loco, la reacción se vuelve física rápidamente. Al menos la amenaza
está ahí. Cuando los hombres hablan entre sí, en una circunstancia seria, esa
amenaza subyacente de lo físico siempre está presente, especialmente si es una
conversación seria, y eso mantiene la situación civilizada hasta cierto punto.
Si hablas con un hombre que no pelearía contigo bajo ninguna circunstancia,
estás hablando con alguien a quien no le tienes un centímetro de respeto.
Pero yo no puedo ver la forma…
Por ejemplo, hay una mujer en Toronto que está organizando este movimiento
contra mí y otras personas, quienes íbamos a hacer un evento sobre libertad de
expresión. Y ella logró organizar algo de una manera muy efectiva. Y ella es
muy ofensiva. Nos comparó con los nazis públicamente, por ejemplo, y usó una
esvástica, lo cual no aprecio mucho.
Yo no tengo defensa ante ese
tipo de locura femenina, porque las técnicas que yo usaría contra un hombre que
usa esa táctica están prohibidas. Entonces, me parece que no son los hombres
los que tienen que levantarse y decir basta, si bien es algo que deben hacer.
Me parece que las mujeres
sensatas deben levantarse contra sus hermanas dementes y decir basta. Basta con
el odio a los hombres. Basta con la patología. Basta con traernos vergüenza
como género. Ahí el problema, y con esto acabo mi pequeña diatriba, es que la
mayoría de las mujeres sensatas que conozco están ocupadas haciendo cosas
sensatas.
Tienen su carrera; tienen su
familia. Están muy ocupadas. Parece que no tienen el tiempo ni el interés de ir
tras sus hermanas arpías dementes. Entonces, no veo ninguna fuerza reguladora
de esa feminidad malvada. Y me parece que está invadiendo la cultura y
socavando el poder masculino de la cultura de una manera fatal. Realmente lo
creo.
Reducir las jerarquías a
dinámicas de poder, es ignorante
Camille Paglia:
Yo también lo creo. Hay un
declive sintomático de la cultura occidental, y sólo seguirá cayendo. Creo que
la gente no se da cuenta de que la masculinidad aún existe en el mundo, como un
código entre los yihadistas. Y tienes una masculinidad apasionada rodeando la
frontera como los hunos y los bárbaros durante el Imperio Romano.
Veo esta cultura pudriéndose
desde dentro y destripándose, literalmente. Los patrones comunicativos de las
mujeres se han desarrollado en el mundo de las mujeres. La división de trabajo
tenía sentido. El sexismo contra la mujer no era la causa de la división del
trabajo. Los hombres salían a cazar y hacían los trabajos peligrosos. Las
mujeres se quedaban en el hogar porque había mujeres embarazadas, mujeres
lactantes, mujeres ancianas, que se quedaban a cocinar, etcétera.
Creo que estos patrones
comunicativos se han desarrollado a través de los siglos. Los hombres tenían
que fortalecerse unos a otros cuando iban a salir. Los nativos americanos
salían hasta por dos semanas, con la temperatura bajo cero, y muchos de ellos
morían. La idea de que cualquier tipo de separación de los sexos, o la
existencia de ámbitos de los sexos, es inherentemente sexista…
Jordan Peterson:
Inherentemente motivada por
dinámicas de poder
Camille Paglia:
…. Está equivocada. La
solución a todo, a todo aquello de lo cual estamos hablando, es educar sobre
nuestra historia temprana. La gente debe entender la Edad de Piedra, el Período
Nómada, la Era Agraria. Cómo se desarrolló la cultura en Mesopotamia, los grandes
proyectos de irrigación, también en Egipto, en donde por primera vez se volvió
necesaria una autoridad de gobierno central para dominar esta situación.
Había circunstancias
ambientales difíciles, como el desierto de Mesopotamia, o la característica peculiar
de la geografía egipcia, en la que sólo existía una pequeña línea fértil a
orillas del Nilo, y el resto era desierto. Entonces, la civilización y la
autoridad no consiste necesariamente en tomas de poder, sino en formas de
organización para lograr algo en favor de la sociedad en su conjunto. Y la
gente no lo entiende.
Jordan Peterson:
Esa es justamente una
simbolización del padre bueno.
Camille Paglia:
Reducir todas las jerarquías a
dinámicas de poder, de poder egoísta, es completamente ingenuo. Es ignorante.
Entonces, yo opino que la educación debe ser totalmente restructurada,
incluyendo a la educación pública, de tal manera que se enseñe la historia más
antigua, para que los jóvenes de hoy, que no saben nada acerca de cómo se creó
el mundo que habitan, puedan entender lo maravilloso que es el paraíso
tecnológico en el que viven. Y es el producto del capital, de la innovación
individual. La mayor parte es producto de la tradición occidental, a la cual
todos quieren despreciar hoy en día.
Aquí puedes ver el video
completo: https://www.youtube.com/watch?v=v-hIVnmUdXM&t=1776s
YouTube/Jordan B Peterson Jordan Peterson /
Facebook/jordanpetersonfans
Fuente: Exilio MX Lunes, 23 Noviembre 2020 10:38
Fuente: Exilio
https://exilio.mx/cultura/item/1465-la-feminidad-malvada-socava-el-poder-masculino-jordan-peterson