La Reina se declara «cien por cien española» y orgullosa de «ser útil» a España
(BEGOÑA CASTIELLA E. ESPECIAL RODAS. - Periódico ABC 18/05/08)
A escasos seis meses de su setenta cumpleaños y tras su reciente 46 aniversario de boda con Don Juan Carlos, la Reina Doña Sofía confesó ayer desde su tierra natal que se siente «cien por cien» española y muy orgullosa de poder ser útil a España, una nación que considera su país. Su Majestad realizó estas declaraciones desde la isla de Rodas ante un grupo de periodistas que le han acompañado durante su viaje oficial a Grecia y ante los que se mostró más intimista reflexionando sobre aspectos de la vida.
A Doña Sofía, que cumplirá 70 años el próximo 2 de noviembre, no le molesta alcanzar esa edad. «No es más importante que otras edades», afirmó sonriendo. «Sólo es un año más. La salud es lo más importante y gozar de la vida como siempre he hecho». Como ha demostrado a lo largo de su vida y todos los españoles conocen, la Reina destacó que es «su familia, siempre la familia» lo que la hace feliz y se siente dichosa por todos sus nietos, de los que siempre está pendiente. Pero sin olvidarse de sus responsabilidades. Y es que para ella es importantísimo «poder ser útil a España, y trabajar y seguir trabajando, también con setenta años».
Los recuerdos de Grecia
Entre todas las etapas de su vida, Doña Sofía no se decantó por ninguna en concreto. «Cada época tiene su encanto y su momento especial», declaró. Sin embargo, recordó los muchísimos momentos especiales que ha vivido viendo crecer a sus hijos hasta que se han convertido en adultos y, ahora, a sus nietos.
Le gusta viajar, y sobre todo a la Reina le encanta ir a Grecia de visita, porque allí tiene muchos recuerdos de su infancia y juventud. «Lo veo todo como si fuera una película», confesó, aunque ya no ve su país natal «como su casa». Hace 45 años que se instaló en el Palacio de La Zarzuela. Por eso, dejó bien claro una cosa: «Yo soy española al cien por cien».
¿Y qué desea para el futuro?, le preguntaron los periodistas. Que no haya más guerras, que desaparezca la pobreza... En esa continua solidaridad y sensibilidad de la que hace gala con los problemas de las personas más necesitadas.
Así fue el colofón de un viaje por su tierra natal, que inició el pasado miércoles, junto a su hermana la Princesa Irene. Aunque estaba previsto que Doña Sofía regresara a España hoy, se vio obligada a adelantar su regreso desde Atenas ayer por la tarde, porque Doña Irene sufrió el pasado viernes una caída que le causó una lesión en un pie. Pese a que no reviste gravedad, este contratiempo ha aconsejado adelantar el regreso a Madrid.
Periplo por la tierra natal
En este periplo por tierras griegas, Su Majestad la Reina impuso sendas condecoraciones a los hispanistas Silvia Pandou, pionera de la enseñanza del español en Grecia, y Philipos Dracontaidis, escritor, político y traductor. Se trasladó hasta la isla de Zante, en el mar Jónico, para inaugurar, con el Ministro de Turismo griego, un programa de protección de tortugas bobas en el Parque Natural Marino de Zakynthos. Incluso Doña Sofía amadrinó uno de los ejemplares.
Quizá una de las imágenes más simpáticas que han quedado de su reciente recorrido por Grecia sea su ascensión a lomos de un burro, haciendo honor a la tradición turística, desde el pequeño pueblo de Lindos hasta la acrópolis de esa localidad. Poco antes, Doña Sofía presidió en la isla de Rodas la inauguración de la rehabilitación del antiguo albergue de la lengua española, de la Orden de los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jesús -la Casa de la Lengua de Rodas-, un lugar donde perviven todavía múltiples lazos culturales entre la isla y los antiguos reinos de España.
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