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domingo, 5 de agosto de 2012

Simón Bolívar, su rostro y su legado compiten en importancia


© Ivette Durán Calderón*

La fisonomía de Simón Bolívar es el producto de una compilación de datos e investigaciones digitalmente recreada por un francés radicado en España, Philippe Froesch, quien se basó en el retrato realizado el año 1825 por el pintor peruano José Gil de Castro, inspirador de la primera fotografía digital del Libertador realizada a su vez, por el venezolano Omar Cruz el año 2005.

Las mil caras del Libertador Simón Bolívar retratadas, inventadas, copiadas y hasta caricaturizadas o en variadas iconografías, nos han permitido conocerlo hasta con los ojos azules, catire (hijo de blanco y mulata), de cabello liso, sin patillas, con larga cabellera recogida al estilo cola de caballo, con y sin bigote, aunque está comprobado históricamente que Bolívar usó bigote durante casi toda su vida adulta. Coinciden los expertos en reconocer que  el clásico cuadro del artista peruano Gil de Castro es una de las referencias más fidedignas, de hecho, habrías sido realizado en 1825 justamente cuando Bolívar se cortó el bigote definitivamente en la ciudad de Potosí (Bolivia), luego de ascender a la cima del majestuoso Cerro Rico, predisponiéndose a asistir al baile celebrado en su honor la noche del 28 de octubre (Fiesta de San Simón) de aquel año.
El mes de mayo de 2010 sale a la luz la noticia del dibujo digital del rostro de Simón Bolívar creado por el artista plástico venezolano Omar Cruz, trabajo realizado en su ordenador o computadora, e hizo una especie de foto. Declaró a los medios de comunicación que analizó más de mil fotos, realizó investigaciones varias para sacar de cada una de ellas los rasgos más semejantes a las descripciones físicas que se han hecho de Bolívar, ayudado de novedosos programas de diseño gráfico. Su principal “imagen de inspiración” fue el retrato basado en el rostro del Libertador que plasmó el pintor peruano José Gil de Castro, el mismo Simón Bolívar, satisfecho con ese trabajo diría al General Sir Robert Wilson: “Me tomo la libertad de dirigir a Ud. un retrato mío hecho en Lima con la más grande exactitud y semejanza”.


José Gil de Castro fue reconocido como uno de los retratistas más importantes de la época, ya que frente a su caballete posaron además de Bolívar, diferentes próceres y personalidades. Conocido como “el mulato Gil de Castro” (1785-1841), fue considerado artista de transición entre la Colonia y la República.

De las estatuas, a los bustos, al retrato, a la fotografía, al ordenador, al escáner digital y al paleoarte, los pasos fueron cortos, todos coadyuvando a la investigación forense primero, e histórica después. Esos trabajos realizados por artistas contemporáneos, ¿pueden ofrecer credibilidad? La humanidad siempre ha estado expuesta al criterio de los artistas, a la idealización detractora o devota.

Afortunadamente en los tiempos que corren y desde hace varias décadas, parecidos respaldados por un acto de fe, ahora pueden ser respaldados por avanzadas técnicas científicas dedicadas a la recreación y/o reconstrucción facial. Pese a la buena voluntad, las dificultades para dichas recreaciones o reconstrucciones son más administrativas que técnicas, pues se hace dificultoso obtener los permisos legales  para exhumar los restos mortales.

Ese sentimiento, hasta cierto punto morboso, por conocer el aspecto real de las personas fallecidas no es novedoso. Uno de los primeros intentos que se conoce públicamente corresponde al año 1881, cuando Küpfer y Friedrich Bessel-Hagen realizaron la recreación del rostro del filósofo Immanuel Kant. Posteriormente, el médico forense, Wilhelm His, en 1895, intentó reconstruir el rostro del compositor Johann Sebastián Bach. De otras reconstrucciones faciales de famosos, tomamos como ejemplo el caso de Jean-François Champollion,  egiptólogo francés. Cuando expuso públicamente el retrato que le hizo el artista Léon Cogniet puntualizaron que el mínimo  parecido con la realidad era pura coincidencia. La historia nos demuestra que aún hoy toda referencia a Champollion es ilustrada con el retrato del citado artista. Y es que la reconstrucción permite descubrir aspectos inimaginables, como el famoso juanete, el pelo teñido y el maquillaje post mortum de "Blanca d'Anjou" (Siglo XIII). En el caso del Rey Pedro III de Aragón (1276 - 1285), a partir del TAC del cráneo realizado para el Museù d'Historia del Gobierno de Catalunya (España), la investigación química determinó que aunque el monarca era calvo, se verificó "en los restos de pelos de la barba del rey, la presencia de Apigenina Genisteina, un producto procedente de la retama y utilizado históricamente para teñir de rubio los cabellos". Siguiendo con los ejemplos tenemos a Nicolás Copérnico, quien no solamente ya tiene un rostro, pues el estudio del ADN de dos cabellos y un diente ha permitido a unos investigadores polacos y suecos confirmar que los restos encontrados en Polonia, datan de  (1473-1543). Otro ejemplo es el caso del rostro de Tutankamón, los expertos están divididos con respecto a la forma original que tenía la nariz y las orejas del joven gobernante egipcio.

El deseo insatisfecho de conocer el rostro de ilustres personalidades, se produce porque no siempre se cuenta con los cadáveres momificados o los restos óseos.
Destacamos que la Antropología Forense es la aplicación de la ciencia de la Antropología Física o Antropología Biológica al proceso legal, los especialistas aplican normas técnicas científicas desarrolladas en la Antropología Física para la identificación de restos óseos y/o de cadáveres en distintos estadios de conservación, con alteraciones por factores de índole natural, accidental o intencional, asistencia para la localización y recuperación de restos humanos e identificación de sujetos vivos.

Sin embargo, el caso que nos ocupa es de los restos óseos del prócer venezolano Simón Bolívar, por ello resulta muy interesante la versión de la antropóloga española Amàlia Valls Martínez, del Laboratorio de Paleopatología y Paleoantropología del Museo de Arqueología de Cataluña (España), quien señala que  “en sus inicios, la reconstrucción facial escultórica se realizaba sin ningún tipo de parámetros científicos, se limitaba a colocar sobre el cráneo materiales dúctiles, como la arcilla, con los que se modelaban los supuestos rasgos del individuo. No fue hasta mediados del siglo XX cuando se iniciaron los primeros estudios científicos sobre el grosor del tejido blando facial y la determinación de correspondencias entre estructuras óseas y éstos”.

Una vez  recreados los rasgos faciales, entran en juego la parte artística y los medios de los que se disponga, debido a que el resultado final puede ser muy distinto en función del tipo de reconstrucción que se realice: realista, escultórica o virtual.


El  francés Philippe Froesch (1964) Licenciado en Belles Artes/Comunicación audiovisual, escultor y animador 3D, radicado en Barcelona (España), afirma que la reconstrucción del Libertador se acerca en un 90% al real. Defiende y respalda su trabajo.

Froesch es colaborador externo del GROB (Grup de Recerca en Osteobiografia) de la UAB desde 2010. Se dedica, entre otras cosas, a trabajar con equipos científicos forenses, biólogos, paleopatólogos e historiadores, en la reconstrucción facial de personas fallecidas, en la creación de animaciones o imágenes orientadas a la comunicación visual científica o en la creación de esculturas físicas, de hecho, actualmente se encuentra trabajando en el rostro de Descartes. A juzgar por sus herramientas, Philippe Froesch, es un artista de nueva era, del puro siglo XXI, utiliza computadores, programas y algoritmos que le permiten reconstruir rostros y darles forma pasmosamente real a partir de los huesos. A esta especialidad, también se le conoce como “arte forense” o “paleoarte” y a eso se dedica en su estudio VisualForensic, donde recreó o reconstruyó el rostro de Simón Bolívar desvelado el 24 de julio de 2012 por el gobierno venezolano. En una especial entrevista concedida al periódico colombiano “El Tiempo” asegura que le rostro que obtuvo de Bolívar es exacto al del Libertador.

Reproducimos fragmentos de la citada entrevista:
El Tiempo.- ¿Cómo fue su aproximación al personaje de Simón Bolívar, antes de reconstruir su rostro?
Philippe Froesch.- Cada reconstrucción facial conlleva un trabajo previo de documentación sobre el personaje. Leí algunos textos históricos y descriptivos de su trayectoria. Intenté conocer el personaje por sus acciones y quedé sorprendido de sus hazañas.
E.T. ¿Cómo describiría los rasgos de Bolívar?
P.F. Su rostro fue compuesto con base en una mezcla mestiza que calcularon los antropólogos. Creo que acertamos en esa visión. El cuadro del pintor peruano Gil de Castro nos presenta un rostro imposible anatómicamente, pero aceptado tal como es desde que se pintó. Se trata de un rostro compuesto, los ejes de los ojos, nariz y boca no son coherentes, pero con el paso de los siglos se aceptaron como verídicos. De ahí surge un conflicto con la reconstrucción que se basa en los huesos reales del Libertador.
Nosotros hicimos una reconstrucción; Gil de Castro, una interpretación. Con todo el respeto para el pintor y su tarea complicada. Lo digo porque yo pinto retratos y sé lo complicado que es no equivocarse en las proporciones. Nuestros ojos nos engañan fácilmente. Pero los restos óseos no dejan margen al error.
E.T. ¿Trató usted de plasmar alguna personalidad en el rostro?
P.F. Intenté reflejar una cierta seguridad y firmeza en su mirada. Esas cuestiones son subjetivas, tienen que ver con la percepción de un rostro que podemos tener cuando lo vemos por primera vez y las percepciones son frágiles, un pequeño desplazamiento del párpado sobre el iris del ojo puede ser causante de otra expresividad.
La reconstrucción de Bolívar en 3D es la representación de un momento dado. Hubiéramos podido recrear su rostro con bigotes, barba de una semana. Bolívar es múltiple, igual que cada uno de nosotros, no solo tuvo el aspecto que le dimos en las imágenes oficiales.
E.T. ¿Cuánto tiempo le tomó la reconstrucción facial de Bolívar?
P.F. Trabajamos de manera discontinua, varios meses, dejando madurar el proyecto y compaginando con otras producciones. El aspecto del cabello, por ejemplo, fue uno de los puntos más lentos en determinarse, no por su color sino por su largo, volumen, acabado. Cambios de  software  nos permitieron ir más allá en la representación con el fin de obtener unas imágenes 3D fotorealísticas. Todo este trabajo conllevó semanas de dedicación y esfuerzo.
E.T. ¿Qué “software” utilizó?
P.F. Primero importamos los datos de la tomografía (que hizo la doctora Maribel Yoris, radióloga forense) en un  software  de 3D que se llama Cinema 4D y que nos permitió posicionar los marcadores de tejidos blandos en los puntos craneales precisos.
Después utilizamos un programa llamado Zbrush que nos permitió posicionar las piezas dentales con la doctora Sonia Viso, odontóloga forense, y esculpir los músculos y la piel sintética bajo supervisión de la doctora Lourdes Pérez, antropóloga forense, y la doctora Yanuacelis Cruz, anatomopatóloga forense.
Las imágenes finales se hicieron en Cinema 4D y VRAYforC4D. Es el protocolo clásico que empleamos en VisualForensic.
E.T. ¿Quedó satisfecho con este proyecto? ¿Qué porcentaje de exactitud le daría usted a esta creación con respecto al rostro real de Bolívar?
P.F. Trabajamos con mucha precisión. Estimo que nos acercamos a un 90 por ciento de veracidad. El 10 por ciento restante tiene que ver con el color exacto de los ojos o de los detalles de pigmentación de la piel, la cantidad de arrugas o patas de gallo, pequeños detalles que no modifican su aspecto general.
La arquitectura y estructura del rostro no deja lugar a dudas: intervenimos directamente sobre el cráneo. Los huesos hablaron y nos guiaron hasta la meta. Un punto que levantó críticas fue la nariz. Gil de Castro la representó mucho más larga y afilada.
Cuando la calculamos, empleamos ecuaciones de regresión establecidas y verificadas por la unidad contraterrorismo del FBI y la Universidad de Manchester. Son las mejores ecuaciones en la actualidad y están basadas en puntos craneométricos precisos.
No dejaron espacio para la invención. Las matemáticas son estrictas. Este punto nos aclara quizás sobre la dificultad de Gil de Castro de representar las superficies y volúmenes de manera exacta.
En cuanto a la calidad final de la reconstrucción estoy más que satisfecho. Estos últimos días vi unos rumores que circularon por Internet acusando al equipo de plagio de una imagen de 1986. Es ridículo y patético. En 1986 con los medios informáticos de la época no se hubiera ni podido calcular un cabello de Bolívar.
Nosotros trabajamos con estaciones de trabajo informáticas muy potentes, entre ellas un Mac de 12 cores y 24GB de RAM.
E.T. De las reconstrucciones que ha efectuado, ¿fue esta una de las más difíciles?
P.F. Fue difícil acostumbrarme al ritmo de la colaboración en un primer momento. Soy francés de origen alemán, lo que supone trabajar rápidamente y con un calendario muy rígido. En cuanto a la reconstrucción, empleamos el protocolo de siempre, supuso más precisión en los acabados porque las imágenes iban a ser impresas en tamaños gigantescos.
E.T. ¿Cuál es el costo aproximado de hacer una reconstrucción como esta?
P.F. En lo que respecta al costo dejaré a discreción del gobierno venezolano revelarlo, si lo desea. Es un costo muy razonable dado la importancia del personaje y el trabajo realizado. Lo único que le puedo confirmar es que se negoció la entrega de la base de datos 3D con el fin de que pueda quedar custodiada por el Estado de Venezuela.

Por su parte, la antropóloga forense venezolana Lourdes Pérez explicó que "Para hacer la reconstrucción facial se realizó un análisis antropológico del rostro de El Libertador, sustentado en parámetros ontogénicos generales y particulares, basados en la revisión de las características morfológicas presentes en los huesos de la cara". 
Asimismo, explicó que la imagen fue lograda con técnica craneométrica que dejó al margen "errores subjetivos", especificó que fue usada una tomografía axial computarizada realizada al cráneo de Bolívar, enfatizó que para la disposición de tejidos blandos se usaron tablas nacionales e internacionales adecuadas al contexto étnico poblacional de Venezuela.

A su vez, la también venezolana Dra. Yanuacelis Cruz, Jefa de la División de Anatomía Patológica Forense de la Coordinación Nacional de Ciencias Forenses de Venezuela y encargada del estudio, fue quien presentó oficialmente el informe en el Palacio Miraflores en Caracas. En dicho informe precisó que la investigación estudió la presencia de un hongo llamado “histoplasmosis” que produce síntomas parecidos a los de la tuberculosis, el cual arrojó que Bolívar presentaba “vesículas en la piel, poliuria, anuria y disuria, es decir, dolor para orinar, orina con sangre, orina con frecuencia y poca cantidad de líquido, hasta llegar a una insuficiencia renal”. “Los estudios histológicos y radiológicos demostraron que el Libertador presentaba un estado anímico bastante agudo, estando deprimido en el avance de su enfermedad”.
Una parte importante del estudio, fue la determinación de la causa de muerte de Simón Bolívar, se practicó un estudio genético de tipo TCR que determinó que El Libertador no murió de tuberculosis, ni de sífilis.

En este orden, y gracias a estudios detallados de cada uno de los tejidos óseos de los restos mortales, se encontró que el causante de la muerte fue “una infección respiratoria de tipo crónico combinada con los altos niveles de arsénico que contenían las medicinas de la época y debido a la frecuencia con la que recibió, dicho tratamiento en sus últimos días”.

Cabe destacar, según la versión de Cruz, que Bolívar habría recibido veneno de cantárea (cantárida) "era el tratamiento que había para la época (para esa dolencia)" que a la larga y junto a las complicaciones de la enfermedad le causaron un edema cerebral que ocasionó su fallecimiento.

Recordemos que un equipo de medio centenar de forenses exhumó los restos de Simón Bolívar el 16 de julio de 2010 (1783-1830) con el fin de determinar si correspondían a los del héroe independentista y también para determinar las causas de su muerte, que en su día establecieron que fue una tuberculosis. El primer aspecto fue confirmado, debido a que el 30 de agosto de 2010 se exhumaron  los cuerpos de María Antonia y Juana Bolívar, hermanas del Libertador, para comparar su ADN.

Pese a los denodados esfuerzos, no se ha podido verificar de manera precisa la causa de su muerte, por lo que el presidente venezolano Hugo Chávez insiste en que Bolívar fue envenenado.
Durante una entrevista a Venezolana de Televisión, la odontóloga forense venezolana Sonia Viso afirmó que julio de 2010 resultó el momento correcto para iniciar esas acciones, pues existían dudas razonables acerca de la autenticidad de los restos. Además, al abrir el sarcófago pudo apreciarse que los restos de El Libertador no se conservaban de la manera más digna, explicó la científica, quien señaló que se encontraban en una urna de plomo - dañino para la toma de ADN- extremadamente pequeña.

Los pasos de la reconstrucción facial fueron:
1. Reconstrucción y Digitalización Tridimensional del Cráneo. 2. Establecimiento de la Profundidad de los Grosores del tejido Blando. 3. Modelado de la musculatura facial por medio de gráficos computarizados tridimensional. 4. Asignación de los detalles del rostro como son el tono de piel, color de ojos, forma, color del cabello, cejas, pilosidad facial, arrugas faciales y sombreado para dar una apariencia natural, y el deterioro sufrido por los últimos meses de su enfermedad, todo lo cual dará forma grafica a los informes científicos forenses.

Una reconstrucción facial requiere que cada una de las especialidades científicas (radiología forense, medicina forense, odontología forense, antropología forense y antomopatología forense) participe en la elaboración del rostro, y se debe contar con:
a) La data y base de datos que alimenta las imágenes del T.A.C. (Tomografía realizada).
b) Imágenes "DICOM". Con una definición de 0,6mm.
c) Los algoritmos del desgaste óseo producto de las enfermedades, los cuales son aportados por el análisis.
d) Los parámetros ontogénicos y diámetros de la región facial, dado del estudio Antropológico.
e) Facetas de desgaste, las alturas del esmalte, Prominencia de los caninos, mordida en oclusión céntrica.

La descripción del procedimiento para hacer la Reconstrucción Facial no se basa en ningún automatismo informático, en el Laboratorio de Visual Forensic, en Barcelona, España, se posicionaron las imágenes obtenidas de la tomografía.

Los tejidos blandos y marcadores de espesores se añaden manualmente dentro de un software 3D de marca Alemana (Maxon) que se llama "Cinema4d".

Es un software generalista 3D que no está especializado en reconstrucción facial pero que permite alcanzar un nivel de acabado muy realista permitiendo así respetar la imagen de la persona cuyo rostro se quiere reconstruir.

Los detalles de acabado son esculpidos a mano dentro de otro software llamado "Zbrush" y que permite manejar las topografías creadas como si fuesen "arcilla digital". Todo este trabajo se apoya en tablas de espesores de tejidos blandos que corresponden a un segmento de población (edad/origen étnico/dieta determinada). Es muy importante que las tablas estén hechas a partir de sujetos vivos, para que no se alteren los volúmenes de fluidos corporales. Todos esos elementos se añaden sobre la base de datos de la tomografía TAc.

En el caso de Bolívar, se tomaron fotos a hombres venezolanos, de entre 40 y 45 años, y se enviaron como referencia. Posteriormente se enviaron también fotografías de hombres venezolanos de esas edades pero que padecieran afecciones respiratorias. Para recrear el uniforme, se tomaron fotografías de las prendas que El Libertador usara en vida, como ser: detalles del cuello y esquemas de los bordados con hilos de oro, botones, ribetes, costuras, telas originales y  charreteras originales.Como referencia para el cabello, se utilizaron los retratos pintados en vida de El Libertador por el citado artista peruano, José Gil de Castro.

Las controvertidas opiniones y apreciaciones de investigadores e historiadores ya han surgido y no faltarán en el devenir del tiempo, tal es el caso de la acertada observación realizada por Alfredo Fermín en el periódico venezolano El Carabobeño, quien nos recuerda que el año 1983 en ocasión de celebrarse el bicentenario  del nacimiento de Bolívar, tanto la Presidencia de la República, el Consejo Nacional de la Cultura, como  el Museo de Bellas Artes presentaron en la Galería de Arte Nacional una exposición de los retratos del Libertador, hechos por artistas que tuvieron la oportunidad de conocerlo.

Este singular acontecimiento, fue publicitado por un artístico afiche, diseñado por Waleska Belisario y Sigfrido Chacón, el cual muestra retratos del Libertador en diferentes poses, épocas y estilos, los cuales nos permiten comprobar que en ninguno de ellos Bolívar aparece con nariz mestiza como se le ha presentado en la controversial imagen, encargada por el presidente Hugo Chávez, y dada a conocer el 24 de julio de 2012.


Describiendo el afiche, se puede observar que el retrato más antiguo que se conoce de Bolívar, es el primero de esta serie, una miniatura realizada en Madrid entre 1799 y 1802. La segunda miniatura es de autor anónimo pintada en París en 1805, ambas de sus tiempos mozos. La tercera fue realizada, al parecer en 1812 en Cartagena. La cuarta imagen, también con bigote y casaca, fue realizada en Haití en 1816.

Después de su triunfo en la batalla de Boyacá, fue pintado por los artistas Pedro José Figueroa, colombiano, y por José Gil de Castro, peruano, éste último lo hizo, con toda certeza, cuando Bolívar se quitó el bigote de manera definitiva, en la reciente República de Bolivia.

Continúa Fermín diciendo que esta obra gustó tanto que El Libertador encargó varias copias, una de ellas la envió a su hermana María Antonia, quien la colocó en lugar de honor en su casa de Caracas hasta que lo adquirió Antonio Guzmán Blanco, hoy se encontraría en el Salón Elíptico de la Asamblea Nacional en Venezuela, otra copia estaría en el Museo Nacional de Antropología, Arqueología e Historia del Perú. El dibujo de perfil fue realizado en 1828 por el médico y pintor Francois Roulin, considerado por Alfredo Boulton como “el arquetipo iconográfico de Bolívar”.

Continuando con la serie de retratos, se aprecia otro  realizado al carboncillo por José María Espinosa, quien lo representó con sombrero. El último de la serie fue realizado en 1830 por el mencionado artista. La crítica especializada señala que “los escasos rasgos trazados con vigor y rapidez reflejan, con vivísimo realismo, el fatigado semblante del Libertador durante los últimos meses de su vida. Este es el retrato más dramático hecho a Bolívar”.
Sea como fuere, no importa el rostro, sino el legado.

*Ivette Durán Calderón es abogada boliviana, escritora e investigadora histórico social, bolivarianóloga por vocación. Radica en España y es autora entre otros, de los libros “Bolívar, entre la pluma y la espada”, “Simón Bolívar y su perfil poético”,  “Simón Bolívar en Potosí”, “Simón Bolívar quiere descansar en paz” y “Bolívar, un gran relacionista humano”



viernes, 8 de junio de 2012

En Perú, los falsos mareros, pandilleros callejeros, hombres y mujeres se convierten en presa fácil de la delincuencia organizada ante la ausencia de legislación. La Policía ha desarticulado 43 bandas juveniles, hace lo que puede. ©Ivette Durán Calderón




Perú no es la excepción a la hora de hablar de violencia juvenil. Las falsas maras, son grupos de pandilleros callejeros cada vez más jóvenes cooptados por cabecillas que pretenden eludir la legislación penal y utilizan a los niños para cometer delitos de toda índole, bajo amenaza al principio y voluntariamente después.

El pandillaje callejero se expande por Sudamérica, la anomia juvenil es cada vez más manifiesta ante la ausencia de leyes que puedan regular esta inconducta social.

Se ha percibido cierta resignación al admitir su presencia y la ausencia de soluciones, lo cual es inadmisible para quienes creemos en la reinserción y en el apoyo oportuno y preciso. Todos los gobiernos tienen la obligación de tomar las previsiones correspondientes dentro de sus agendas de trabajo y respectivos planes de gobierno. Una de las prioridades de todo gobierno democrático es la estructuración de políticas de Estado claramente definidas para elaborar los Planes de Prevención y Alerta Temprana.

En Perú el estado de las temibles maras provenientes de algunos países centroamericanos por ahora es incipiente, ni siquiera embrionario.


Son pocos, pero muy malos; entre ellos están algunos pandilleros deportados de algún país en el cual aprendieron y vieron todo lo que la calle y la exclusión social enseña, inmigrantes que aprendieron a sobrevivir en medio de la violencia y el crimen. Surgen los imitadores, adolescentes desorientados que se hacen llamar “maras” sin conocer el verdadero alcance de su osadía.
De acuerdo al criterio de las autoridades pertinentes, hablar de ellos en los medios de comunicación es hacer apología tergiversada, es publicitar su actividad para enaltecerlos y fortalecer sus ilícitas agrupaciones, lo cual significa que la ciudadanía queda a expensas de sus fechorías pues no estaría alertada y prevenida para ejercer acciones de defensa y evitar circular por determinadas zonas y en determinadas horas.

Curiosamente, no se habla de una campaña de prevención para que los padres puedan ejercer un mayor control de las actividades de sus hijos y además percatarse de las amistades que frecuentan.

Si bien estos jóvenes pandilleros son fruto del desarraigo familiar producto de la emigración de sus padres, deportación, pobreza,, alcoholismo, drogadicción, violación, descuido, violencia intrafamiliar y  mal ejemplo de sus mayores, sucumben fácilmente ante la ingesta a edad temprana de alcohol y estupefacientes variopintos, también es cierto que su inserción social es posible, digo inserción pues la reinserción no cabe en ellos debido al ritmo de vida desordenado llevado desde temprana edad , por ese motivo no se debe hablar de reinserción, ellos nunca estuvieron verdaderamente insertos en la sociedad.

Las autoridades deben tomar medidas a la brevedad para revisar sus leyes y lograr que la impunidad de la edad desaparezca ante casos justificados.

Estos falsos mareros son una burda imitación de las mafias, crimen organizado y pandillaje violento, puesto que intentan organizarse sin tener idea de lo que realmente significa una organización de estas características.  Emulan estilos desconocidos para ellos, incluyendo el tatuado de sus cuerpos, en lugares inimaginables sin tener idea del significado de esos tatuajes. Han inventado ritos de iniciación o “bautizo” pelean y se disputan el liderazgo. Se han convertido en grafiteros circunstanciales para exteriorizar sus malos modales y dejar mensajes subliminales en sus pintadas y garabatos que simplemente deterioran el ornato público.

Si estos jóvenes son mayores de 16 años, pueden ser arrestados, pero no por más de ocho horas, al cabo de las cuales sus padres se responsabilizan y comprometen a ejercer mayor control sobre ellos, sa que lamentablemente no ocurre, no porque los padres no quieran, sino porque es cada vez más difícil ejercer control en hijos que no le temen a nada ni siquiera a la ley, porque ella no existe. ¿Y los que no tienen padres o tutores?, nadie dice nada al respecto.

Grupo aparte lo conforman los pandilleros con familia estable, es tal la comodidad en la que viven que buscan experiencias nuevas y peligrosas en la calle son hijos e hijas de padres con profesión académica o respetable oficio, recibieron educación y buen ejemplo. Hoy por hoy prescinden de los tatuajes y optan por borrarlos con técnicas láser y similares.

Está además comprobado que en Centroamérica los mareros cuentan en sus
filas con abogados, economistas, policías, militares y hasta médicos para prestarse auxilio en casos concretos. Asimismo, ya recurren al láser para borrar sus tatuajes y los nuevos miembros ya no se tatúan en partes visibles como cara, brazos y manos.

Coincido con aquellos que afirman que estamos frente a un delito que no tiene un bien jurídico propio, sino que el delito de asociación ilícita protege los bienes jurídicos que protegen los demás tipos penales de la parte especial, bastando su puesta en peligro de éstos, pero no descartándose la probable afectación de los mismos. La legislación peruana es clara al respecto (Artículo 140 inciso 3º del Código Civil, no podría existir legalmente una asociación con un ilícito).

A diferencia de otras legislaciones (cito como ejemplo la argentina que precisa de tres o más integrantes), el Código Penal peruano requiere para la consumación del delito de asociación para delinquir de una agrupación de dos o más personas cuya finalidad esencial sea cometer delitos. (Art. 317). Perú, no necesita sólo una ley que penalice el vandalismo, necesita ejercer un control judicial para encausar el camino de la niñez y juventud.

Los policías, y hasta los guardias municipales también se han sumado a esta resignación ya que no tienen leyes que hacer cumplir, la asociación ilícita mientras no exista comisión de delito, no es figura punible, y además los menores de edad son protegidos de manera especial sea cual fuere su conducta. La ciudadanía no sabe cómo reaccionar si no se penaliza la inconducta de los menores ni la asociación ilícita para pandillerismo.

Generalmente estas bandas criminales juveniles cooptan niños, adolescentes y jóvenes a partir de los 9 años hasta los 36.


El caso de la conducta femenina de las “señoritas” tal como se denomina a las muchachas jóvenes solteras, incluyendo niñas y adolescentes, tampoco les llama la atención, se ha vuelto parte de su rutina casi cronológica, ver que sean primero los varones quienes armen trifulcas dantescas seguidos por las mujeres cuyas edades oscilarían entre los 9 y 17 años de edad, niñas que tendrían que estar durmiendo en sus hogares para asistir a estudiar. ¿Dónde están los padres?

Ya se sabe de la conformación de pandillas femeninas también imitadoras, no dependen del liderazgo de un varón pues son ellas las líderes que además se enfrentan en un permanente duelo de poder y pertenencia a un determinado barrio o sector urbano.
Sobreviven al igual que los varones de la delincuencia callejera, son hábiles carteristas y muchas de ellas también se prostituyen manejadas por sus propios proxenetas.

Este problema, sin embargo, no es ajeno a las autoridades ni a la sociedad, así lo demuestran diariamente los medios de comunicación y las redes sociales. Los grupos detectados están integrados por menores de entre 12 y 17 años y cada vez son más jóvenes, se tienen registros de niños de 9 años de edad. Su elemento en común, además del delito, es el consumo de alcohol y droga.

La Mara Salvatrucha está considerada como una de las bandas de pandilleros más grandes y sanguinarias que opera en Centroamérica. Su origen se remonta a la década de 1980 cuando miles de jóvenes de El Salvador llegaron principalmente a la ciudad estadounidense de Los Ángeles huyendo de la guerra civil en ese país (1980-1992). Posteriormente, las constantes deportaciones hechas por Estados Unidos ocasionaron la implantación de la banda en El Salvador y otros países de la región. Si bien estos temibles mareros han sido expulsados luego de cumplir condena, la cárcel fue su escuela para ampliar sus horizontes criminales, ya que una vez deportados a sus respectivos países, hacen de las suyas y son nuevamente aprehendidos en cárceles que no dan abasto por el hacinamiento. Muchos de ellos, no encuentran en su país las oportunidades que su escasa formación les exige, por ello emigran a países vecinos a conformar células y asentarse en determinados sectores geográficos o barrios que consideran como suyos, como su territorio, repitiendo permanentemente “por mi barrio vivo, por mi barrio muero”.

Si bien el tema que nos ocupa es Perú, las pandillas están operando en diferentes puntos de la geografía latinoamericana. Por tal motivo, es menester marcar la siguiente diferenciación entre pandilleros folklóricos y pandilleros delincuenciales.

Lucio Ávila, cronista peruano define a las pandillas folklóricas de Puno, una de las principales ciudades peruanas, de esta manera: “La formalización como conjunto organizado de la Pandilla Puneña se atribuye Dn. Manongo Montesinos en un viernes de carnaval aproximadamente en 1907 y a la fecha perviven cada uno con historia, estilo y personalidad propia. En la ciudad de Puno sin pandilla puneña no hay carnavales y el viernes de carnaval en el cerro Huajsapata, se inicia la tradición con la alegría y belleza de las cholitas pandilleras vestidas con multicolores polleras, mantones de seda, sombrero tipo hongo, botines y sus trenzas largas; acompañados de sus cholos pandilleros vestidos con chaqueta negra, pantalón blanco o negro y el clásico sombrero negro o blanco, mantón de manila y serpentinas multicolores.”

Dentro del acervo vernacular del Perú, las pandillas peruanas como tal, son
agrupaciones carnavaleras, integradas generalmente por jóvenes de ambos sexos cuya finalidad es disfrazarse con indumentaria jocosa o festiva para bailar y divertirse durante las fiestas del carnaval.

Por tal motivo cuando hablamos de pandillerismo en Perú debemos marcar la diferencia para no estigmatizar ni dañar a inocentes.

El pandillero delincuencial es el aquel integrante de bandas organizadas o asociaciones ilícitas para cometer actos penados por la ley. Sin embargo, la distancia entre pandillero y delincuente es corta cuando no existe un control ciudadano, familiar, legal y policial.

El sociólogo peruano Jorge Yeshayahu Gonzales-Lara al referirse a las pandillas peruanas, con gran acierto hace esta apreciación:
“El término pandilla suele tener connotaciones negativas, ya que su uso comúnmente se refiere para indicar a grupos, bandas o tribus urbanas que habitualmente realizan acciones violentas contra otras personas. Algunas formas de clasificar a una pandilla son las siguientes: pandillas culturales, cuyo fin es únicamente de "honor" y camaradería, y las pandillas industriales cuyos fines son por lo general ilícitos y van desde la violencia y el narcotráfico hasta el asesinato.
En el Perú las pandillas han logrado el nivel de pandillas callejeras y en menor escala existen pandillas de segunda generación que tienen un enfoque comercial centrado en las drogas con un liderazgo centralizado para la protección de sus mercados.
• Las pandillas callejeras tradicionalmente con una orientación territorial. Operan al grado menos elevado de la violencia extrema social, tienen un liderazgo flexible y enfocan su atención en la protección de su territorio y la lealtad pandillera dentro de su ambiente directo inmediato a menudo sólo unas cuadras o un barrio. • Las pandillas de segunda generación tienen un enfoque comercial. Son pequeños comerciantes y centrados en las drogas. Protegen sus mercados y emplean la violencia para controlar su competición. Tienen una agenda a veces política enfocada en el comercio y operan en áreas geográficas más amplias. • Las Pandillas transnacionales han evolucionado en cuanto a sus objetivos políticos. Son las más complejas y operan—o aspiran a operar—en el extremo global de espectro, empleando su sofisticación para ganar poder, riqueza e involucrarse en actividades de tipo mercenario.
Las pandillas de barrio: son las agrupaciones que se dedican exclusivamente al guerreo con pandillas aledañas a su zona o barrio para sentirse superiores.
Las pandillas de barras brava: es una de las más notorias por el fanatismo y la violencia que ejercitan, aparecen en los clásicos deportivos.
Las pandillas conformadas por escolares: son agrupaciones de alumnos de los principales colegios que se enfrentan, ocasionalmente.
Las pandillas de mujeres: la presencia femenina en el pandillaje es cada vez más notoria, tanto en el interior de la pandilla como en los espacios y actos. Su participación es múltiple: "guerrean" junto con los varones; auxilian a los heridos en los enfrentamientos a modo de "socorristas"; o actúan como "soplonas"; las que llevan y traen amenazas de mensaje, desafíos o burlas de grupo enfrentados; alertan de posibles ataques o "mandan al desvío".”

Por otra parte, psicoterapeuta Manuel Saravia, sostuvo que las pandillas son un mal social, cuyos integrantes lamentablemente están ligados al consumo de alucinógenos, drogas y licor, hecho que incrementa la violencia y la sensación de creerse los todopoderosos. Los jóvenes que integran pandillas están inmersos en una lucha de poderes, dominio territorial, incluso algunos grupos buscan crear un precedente de ferocidad para ser reconocidos como los más violentos, sanguinarios y crueles, lo cual los lleva a sentir el respeto de las demás agrupaciones, añadió Saravia. Pero eso no es lo más grave, pues los pandilleros han pasado de ser revoltosos y violentos para convertirse en delincuentes juveniles.

En Perú suman y siguen las muertes -la mayoría adolescentes entre 13 y 17 años- en manos de pandilleros.


En los últimos días una mujer joven de 19 años fue detenida acusada de
varios crímenes, ella se identificó como miembro de las maras salvatruchas peruanas. Ante esta respuesta, la policía de Perú se enteró que los lazos de las pandillas salvadoreñas habían llegado a este país. “Son mi verdadera familia, mis hermanos. Por eso, no puedo delatarlos”. Fue la respuesta de Candy del Pilar Díaz Montenegro, ‘Machona Candy’, tras confesar, además, que había “pasado por los 13 (segundos)” de una salvaje golpiza como parte del ritual para pertenecer a la banda ‘Los Maras Salvatruchas X3’ del Callao, al norte de Lima. Díaz fue detenida, acusada de liderar el grupo.
Se trata de una organización criminal –responsable de al menos cinco homicidios y a la que se le vincula con la extorsión, el narcotráfico y el cobro de cupos en obras del primer puerto– que imita los códigos y ritos de la sanguinaria pandilla salvadoreña.

La “Machona Candy” no es ninguna improvisada. Integra el grupo de ‘Maras’ del Callao hace ya varios años. Asumió el mando luego de que la Policía capturara a otros cuatro integrantes.

Por ahora son hechos aislados. De acuerdo a uno de los ritos de iniciación, el nuevo aspirante a marero debe asesinar a una persona para ser aceptado. Ganan mayor reputación si la víctima es un miembro de su familia. Esto fue lo que hizo Óscar Raúl Barrientos Quiroz (18), quien mató a balazos a su padre, Octavio Barrientos Quintana (50). Actualmente, el parricida se encuentra detenido.
"Machona Candy", es una joven estilista e hija de un abogado y de una enfermera, optó por otra fórmula: se sometió a toda clase de maltratos y golpes durante 13 segundos, según les manifestó a sus captores. “Para entrar a la pandilla tienen que asesinar. Yo no he matado a nadie. Yo pasé por los 13, los 13 golpes.”
También dijo que sus compañeros la obligaban a prostituirse. “Estoy arrepentida. Yo he estado con ellos, con cada uno de ellos”, afirmó. Igualmente, negó que los múltiples tatuajes que lleva en el cuerpo guarden relación con su participación en las maras.

Son imitadores, falsos mareros. Según el psicólogo social Federico Tong, hasta el momento no se ha comprobado la presencia de los verdaderos “Maras Salvatruchas” en Perú “No guardan ninguna relación con los grupos de Centroamérica. Al menos, no existe evidencia policial de esto”, refirió al diario limeño Perú21.

Sin embargo, mostró su preocupación de que haya grupos que quieran imitarlos. “Si las pandillas copian la organización y el modo de actuar de los ‘Maras’, entonces vamos a estar ante un escenario sumamente peligroso”, expresó. Asimismo, recomienda que la Policía efectúe trabajos de inteligencia para desarticular a estas organizaciones cuanto antes. “Se debe crear un grupo especial de agentes que le haga frente a este problema”.

También sugirió que las alcaldías trabajen en programas de recuperación de jóvenes que han ingresado a ese bajo mundo y que, además, realicen labores de prevención.

El común denominador, al igual de lo que se ve en las noticias policiales de otros países, se puede apreciar en los recientemente detenidos. La tipología es la misma, los gestos y actitudes posturales son similares, la cantidad de tatuajes con las palabras mara Salvatrucha en diversas partes de sus cuerpos son idénticas. El hablar y el gesticular con las manos, son los reconocidos en Centro América, Estados Unidos y ahora en Perú.

“Esta banda asume el rol o el nombre de mara Salvatrucha, para infundir temor, terror, en el resto de las bandas que pululan aquí en el Callao. Nosotros hemos encontrado una relación muy cercana, no una coordinación organizada, pero es la misma política, mismo modus operandi, los mismos modelos negativos. La mayoría de los integrantes son menores de edad y tienen cinco homicidios en su haber. Son sanguinarios, han sido intervenidos con armas de fuego y el resto de la pandilla ha sido identificada. La policía hace todos los esfuerzos para capturar al resto”, dijo un agente de la policía.

Las autoridades peruanas indicaron que, con la captura de las maras Salvatruchas, se suman 43 las organizaciones criminales desarticuladas en lo que va del 2012. Fuente: Carlos Chumás/fuente LIVDUCA  Dato que a al terminar de leer este artículo sin duda habrá variado.

Las pandillas criminales callejeras han evolucionado hasta el punto de crear amenaza a la seguridad pública y privada tanto en vecindarios, áreas metropolitanas, naciones y en las zonas fronterizas. Mientras que las pandillas callejeras son generalmente vistas como preocupaciones criminales menores con grados variantes de sofisticación y alcance, algunas pandillas han evolucionado o se han transformado en entidades potencialmente más peligrosas. En muchas ciudades alrededor del mundo, especialmente en las zonas pobres carentes de leyes y con gobiernos débiles, la inseguridad e inestabilidad dominan a los grupos armados organizados: las maras, gangas o pandillas son las que reinan.

Un reciente reporte refleja a 700 pandillas en el Perú, y aproximadamente 30.000 pandilleros entre las edades de 7 a 36 años. Se ha establecido que el distrito de San Borja (barrio residencial) registra una fuerte presencia de pandillas. La contraparte es el distrito de Comas, en el cono norte, donde existen 40 pandillas.
Las pandillas aparecieron de manera incipiente, hace 20 años en territorio peruano, actualmente se estima en alrededor de 700 pandillas en Lima (Los Olivos 34 pandillas, San Juan de Lurigancho 54 pandillas, Chorrillos 85 pandillas, Villa María del Triunfo 50 pandillas, San Juan de Lurigancho 45 pandillas, ellos son los distritos con mayor concentración de pandilleros) existen núcleos pandilleriles aislados en zonas periféricas, asimismo, circulan aproximadamente 15.000 pandilleros entre las edad de 9 a 36 años, tan solo entre Lima y Callao. Son menores de edad, cada vez más jóvenes para eludir la penalización de sus delitos. Hoy son cooptados también a través de Internet, las redes sociales como facebook twitter, tuenty, skipe, you tube, Instagram, Tik Tok, etc. Una de sus principales formas de comunicación es el whastsapp.

En lo que va del año, la policía peruana logró desarticular 43 pandillas juveniles. Hay que admitir que las bandas delictivas han desbordado el control policial; estos grupos cuentan con armas, explosivos, vehículos y se valen de una serie de argucias para burlar a la justicia. Las fuerzas del orden padecen de grandes deficiencias en infraestructura, equipamiento y capacidad de operación. Nadie puede hacerse a un lado porque la delincuencia nos acecha a todos y hay que apoyar a las fuerzas de seguridad por la labor que realiza en contra de la inseguridad ciudadana. Si bien son los directos responsables de elaborar un plan de protección al ciudadano, que integre la participación de todos quienes habitan las ciudades, no deben descuidarse la zona central ni los barrios periféricos con la responsabilidad bien delineada y compartida para prevenir la inseguridad ciudadana que está aterrorizando al país. Al terminar de leer este artículo, se habrán creado más pandillas y se habrán desarticulado total o parcialmente otras tantas.

Corresponde a las autoridades tomar cartas en el asunto para evitar la proliferación y fortalecimiento de este flagelo que amenaza a Perú y a países aledaños. No echemos la culpa a la pobreza, abandono, descuido etc., preguntémonos ¿por qué a estos menores de edad les resulta tan fácil obtener drogas y armas tanto de fuego como punzocortantes? Imitadores o no, su presencia se siente y se expande.

* Ivette Durán Calderón
*Jurista, escritora e investigadora jurídico social; autora de “Maras, pandillas, bandas y tribus urbanas, la otra cara de la juventud violenta”, “El rol de la mujer dentro de las pandillas y delincuencia organizada” y “Cuando el crimen lo organizan ellas”


sábado, 21 de enero de 2012

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